jueves, 17 de abril de 2008

Incomunicación



¿De qué
quieres que te hablé
de juguetes rotos,
o mi nueva soledad?
¿De sequedad de yesca
frente la humedad de tus labios?
¿Del verme rodeada por sonrisas
ante el circo de mi luto?

¿De qué quieres que hablemos
si no sabes escuchar los ruidos del monte
ni el correr de lagrimas desatadas?

Lo lamento,
sòlo un cántaro roto
sigue perdiendo agua en mi guarida.

Llámame cuando al fin pueda
apoyar mi cabeza sobre una almohada imaginaria
y un grillo me cante
mientras coros de niños anuncien
un resplandor en la ciénaga.

Michelle Valencia