Dedicado a A. C, expulsado irrevocablemente de la Sociedad de Poetas Anónimos*
Te podemos perdonar tu falta de interés;
Te podemos perdonar tu distancia;
Te podemos perdonar que no tengas tiempo;
Te podemos perdonar tu ausencia de compromiso en los roles de la SPA;
Te podemos perdonar que en la palestra poética solo hayas publicado tus poemas;
Te podemos perdonar tu falta de creatividad con ideas nuevas;
Te podemos perdonar que al festival de poesía solo hayas llegado a recitar poesía y no para ayudarnos en la organización;
Te podemos perdonar que en las pocas reuniones a las que asististe lo único que hiciste fue jugar a ser otro clon más de Bukowski-un borracho egocéntrico-;
Te podemos perdonar que en estas reuniones no nos hayas dejado hablar y absorbieras ficticiamente todo el protagonismo;
Te podemos perdonar tu falta de proactividad con justas acciones;
Te podemos perdonar haber sido apático en la iniciativa de algún evento poético tangible;
Te podemos perdonar haber sido egoísta y aprensivo con los contactos para los eventos que podíamos haber realizado en la calle – deseabas haber hecho algo más palpable y menos virtual-.
Te podemos perdonar que nos hayas dejado plantados en varias reuniones;
Te podemos perdonar que hayas priorizado juntarte con otros poetas -que juzgaste más importante que nosotros para tu propio interés individualista-;
Te podemos perdonar tu falta de compromiso y lealtad a este colectivo;
Te podemos perdonar que reniegues de haber pertenecido a este colectivo y te hagas llamar “un mero amigo de la sociedad”;
Incluso te perdonamos que te cuelgues a un premio nacional para engordar tu ego;
pero lo que no te podremos perdonar
es que
a esos vagos estornudos,
bodrios,
manidos,
repetidos,
abusados,
mal aderezados
mal asimilados,
reiterativos,
sin sentido,
infantiles,
básicos,
vacuos,
caducos,
sin substancia
y penosos adjetivos
de palabras
que tú escribes
le llames poesía.
Michelle Valencia G.
29 de junio de 2011
