I
Se abre el telón de falsos crismones
que encubren sus verdaderos colores.
Poderoso guión cinematográfico
Para desfocalizar la acción
sobre la torta política
que hace de la educación
y a las personas,
una mercancía.
Mientras tanto,
los aviones caen
como objeto de caza
sin dejar rastro
en el mar de lágrimas.
Las moscas caen
en el circo mediático
hecho para
el espectador.
El problema original
se ha acabado,
y se alimenta
de la empatia al dolor
del ser humano,
en vulgar dramatismo.
Afuera de la locura
incomprensible,
nada se percibe.
Mientras en el mundo
mueren tantos obreros
y niños de hambre.
En la doctrina de shock,
nadie interpela
la inercia de las consignas al viento.
La conmoción detiene
el devenir del pueblo.
Mientras
las entrañas de la tierra
reciben a sus incautos caídos.
Oscila la tempestad.
Solo el tiempo
quita el velo a las cosas
y devora en justa medida
a los rufianes sin nombre
que maldicen la historia
y distraen la razón
una vez más.
II
Los ríos y los arboles
no son nuestros.
Las flores que arrancamos
se marchitarán,
y aunque debamos
cerrar los ojos
y no veamos el sol mañana,
ningún desdichado rayo
podrá borrar del pecho
el polvo de las estrellas,
la poesía de la vida
y los sueños del hombre.
@Michelle Valencia G.- 04.09.2011