"Es un habito muy prejuicioso, y casi religioso de los
seres humanos, mezclar la calidad de las obras con la calidad moral de la vida
de las personas, son dos cosas muy diferentes. Si excluyéramos según nuestras
varas morales a los autores, su tipo cultura y sus orígenes por su vida
personal, nos quedaríamos sin nada. Que peligrosos son los pensamientos de
estructura tan dogmática, que al materializarse pueden derivar en doctrinas.
Las imposiciones que comienzan siendo mentales afortunadamente solo generan más
reacción contestaria traducida nuevamente en más riqueza musical y artística. “
Michelle Valencia G.
Arquetipo
artístico y mortal imperfecto
Hay mucha gente que
ataca con una pasión ortodoxa a
cantantes, poetas, pintores, escritores, filósofos y todo tipo de artistas en
todo lo que engloba su solo nombre, vida y obra por el tipo de vida que
llevaron, y cometen el grave error de echar a andar un habito muy prejuicioso,
y casi religioso de los seres humanos, al mezclar la calidad de las obras con
la calidad moral de la vida de las personas, que son dos cosas muy diferentes.
Si excluyéramos según nuestras varas morales a los autores, su tipo cultura y sus
orígenes, nos quedaríamos sin nada. John Lennon por ejemplo, se refirió a su
hijo Julián como "el resultado de
una botella de whisky una noche de un sábado". Es sorprendente y algo
duro de lidiar, el tener que escuchar este tipo de comentarios tan penosos de parte un icono de la libertad, el amor y la paz. Cuando se nos cae el arquetipo musical y humano perfecto, lo escuchas y piensas: ¿dónde estaba el amor que tanto pregona entonces?, ¿será acaso necesario -dada insensatez de
sus dichos, calidad de su trato personal o su extravagante forma de vivir-
dejar de escuchar su música?, ¿seremos capaces de separar al ídolo musical del
imperfecto mortal sacándonos el juez de adentro?, ¿acaso yo soy intachable que puedo juzgarlo?, ¿por nuestros prejuicios dejaremos de embriagar nuestros sentidos con sus himnos a la vida?, ¿acaso no tengo yo el libre albedrío de escuchar, leer, admirar la música, poesía, pintura que yo quiera?. Por poner otro
ejemplo, podríamos asociar la música inglesa con todos los abusos que
cometieron por siglos los ingleses y dejar de escucharla, o censurar la música gringa por las más de 150 dictaduras causadas en América Latina, que generaron miles y miles de victimas y daños hasta el día de hoy.
Raíces dogmáticas y posibles consecuencias doctrinarias
“Yo
que nací con Videla, yo que nací sin
poder, yo que luché por la libertad y nunca la pude tener/ yo que viví entre fachistas, yo que morí en el altar, yo que crecí con los que estaban bien pero a la noche estaba todo mal./ Hoy pasó el tiempo, demoliendo hoteles, mientras
los plomos juntan los cables, cazan
rehenes.” Charly García, 1983
Me parecen peligrosos los pensamientos de estructura tan
dogmática que acuñan y fomentan sistemas de creencias tan rígidos y
autoritarios para la sociedad, que solo consuman vínculos de mucha
tensión y polarización, sustentados en sus aparentes verdades
irrevocables. Solo es cosa de recordar la Argentina de 1976. La junta militar
que tomo el poder bajo un “Proceso de
reorganización nacional", tomo el control de todo. Bajo paradigmas tan
radicales al más estilo islamita decidían qué se podía leer, decir, hacer y qué
música se podía escuchar. Confeccionaron listas con las canciones que no podían
ser pasadas por las radios. Muchos artistas fueron prohibidos y tuvieron que
dejar el país. Llegaron a un punto que ser rockero era sinónimo de ser
subversivo, promiscuo y drogadicto y comenzaron las listas negras y las
persecuciones. Durante la guerra de las Malvinas crearon una ley que prohibió
durante los inicios de los 80´s escuchar música inglesa. Sin embargo, la
sorprendente medida de represión se bifurco generando la reivindicación de la
música nacional argentina bajo una voz de disidencia poética y potente que fue
tomando fuerza en el tiempo.
La
redención de un humano imperfecto traducido en un legado artístico
Las imposiciones que comienzan siendo mentales y se terminan
materializando en doctrinas, afortunadamente solo generan más reacción
contestaría traducida nuevamente en más riqueza musical y artística. Por otra
parte, me parece una visión reduccionista juzgar la vida de los artistas, cuya atención
a su obra debería mirarse bajo una altura de miras y no distraerse en su cotidianeidad
ordinaria. Tenemos tanto el poder de crear y de destruir como parte de la condición del ser humano, es parte de nuestro
libre albedrío elegir que hacer a nuestro paso. Pareciera que para crear algo
tan divino bajo un sello distintivo y versátil; como una obra de arte, una
película genial, un poema sublime, un pensamiento trascendental o una canción maravillosa,
los artistas quedan muy expuestos en su transcurrir domestico, y son
inevitables las polémicas a su alrededor, porque simplemente hablamos de seres
humanos, imperfectos por cierto.
Sin duda, todo el legado artístico entregado a la humanidad y
traducido en riqueza intelectual y artística, venga de donde venga, viene a
redimir la imperfección y los grandes errores de la vida de sus creadores, humanos
demasiado humanos, por los siglos de los siglos.
@ Michelle Valencia G. 30-06-2012
"Demoliendo Hoteles" de Charly García, icono de la reivindación de la música nacional argentina (1983):
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