lunes, 30 de marzo de 2009

El oráculo del Universo-parte II


La Sacerdotisa semi-desnuda
decretaba en la salamandra sin pudor:

Fuego de pecado
No consumas su alma obscura
En la unión de la mediocridad
Llévate sus inmorales deseos

Y esculpía en el humo del opio
La sombra de mi destino incierto
Y abatida en convulsiones
quemaba pétalos de viejas flores:

Los que te han ofendido
Ante ti se arrodillarán.
Por una vez serás una Diosa hija mía.

Y hasta los grillos cantaban mi suerte
Los pájaros, los caballos y los gatos
La luna, las estrellas y los ecos de la noche
Todos cómplices de mi destino
Y ella aún poseída frente a montículo
develaba en las entrañas de un chacal:

Hija, huye de lo que no ocurre
debes corres fuerte
Que no te importe lo que oigas
Demuestra quién eres
Pero no se lo cuentes a nadie

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Gracias Universo, que así sea
Se esta cumpliendo
Se esta cumpliendo
Se esta cumpliendo

Michelle Valencia G.