jueves, 3 de diciembre de 2009

Cuando leo las cartas




Cuando leo las cartas, leo un mapa de la vida de la persona. Leo un sistema de astros, de satélites, soles, lunas, y estrellas.

Cuando leo las cartas, leo un espejo del cielo. Leo un sistema cardinal. Leo buscando distancias, uniones, colores y formas. Leo en profundidad.

Cuando leo las cartas, leo soñando, leo despierta, leo en estado de vigilia, leo lucida o en trance. Lo importante, es que leo decretando un futuro mejor, porque leo invocando al universo.

Cuando leo las cartas, leo un ser-siendo, leo usando la imaginación y mi piso es el intelecto y la intuición.

Cuando leo, lo hago sobre una mesa de madera, sin cruzar las piernas y mirando hacia el noreste.

Leo de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba, leo en transversal desde las esquinas inferiores.

Leo no solo letras, leo números y planetas, leo símbolos y arquetipos. Leo en más de tres dimensiones, leo en distintos tiempos. Leo en escala atemporal.

De todas estas formas, leo e interpreto las cartas.
No leo verdades a medias ni complementarias, leo verdades antagónicas.

Si algo que quieres saber, si algo es o no es (el qué), él porqué, el cómo, el cuando; yo te puedo responder. Mi plan es que elijas el mejor camino que puedas tomar, y yo entregarte tus nuevas verdades.

Quieras o no, regresarás a tus orígenes personales, y los 78 trozos fragmentados regresan a la unidad.

Cuando leo, lo humano se convierte en divino, y un portal de luz se ha abre.

Michelle Valencia Gómez