martes, 12 de octubre de 2010

La Pena Moral




“La luz del relámpago no brilla largo tiempo”


I

Una mujer emite exclamaciones
Con el rostro lleno de arena.
Sus ovarios se hinchan
Porque está sufriendo.
Poeta se llama.
En su soledad se lamenta.
Comienza el zumbido
De moscas venenosas.
Debe cubrirse el rostro.

Dos buitres tísicos de alma
Conversan todo el día.
Tijeras, letras, remedios, tetas.
Ríen sobre una tierra desierta
y le dicen a ella:
“Vete a llorar lejos mujer,
Si te sigues quejando,
Rodara tu cabeza en primavera."

Mientras tanto devoran un ratón.
En el aire sonríe la malignidad.


II

De momento sólo la nada.
La pasividad en los que confiábamos
La frialdad de los que amábamos.
Bebimos y reímos juntos.
Todo se lo llevo el viento.
Mil puñaladas.
Nadie derrama una tinta en su nombre.
Ninguna palabra, solo malas palabras.
Todos muertos a la espalda.
Los televisores y las radios se
Encienden en otra frecuencia.

Felices aquellos que nada les ocurre
En su naturaleza insatisfecha y cobarde.
Todo germina en abulia
Disfrazada de tranquilidad.
Todo es un caos
Canibalismo puro.
La conciencia es la que llora
Y la que aprende para mañana.


III

Ella vendo sus ojos
Mirando la luna llena.
Un violín tocaba
su música predilecta.
Y mientras prensaba
en una bola de papel
su propia excremento
Les mando a los buitres
el anónimo obsequio:

“Esto es lo que vosotros queríais
Ahora comeos los pedazos
De mi propio sueño.”


Se dice que los buitres
defecaron flores con gusanos
y quedaron con verrugas en el ano.
Las avecillas solo vomitaron insectos.

Se dice que los buitres volaron muy lejos
con pelucas por el cielo
con collares de mandíbulas caninas
Arrojando dulces a los niños
Pero insultaron a gritos a una vaca
Mirándola fijamente a sus ojos.
Las otras vacas les bombardearon
con docenas de huevos crudos.

“Apartaos del hedor
Dijeron los otros animales,
No vengan buitres aquí a hacer sus nidos
Vayan a llorar a otra parte.
Y los demonios huyeron.”


Michelle
“De Poemario Psicomágico”


Pintura: "Buitres sangrientos de mi sangre" by Fabián Menassa