martes, 26 de enero de 2010

Estallidos de conciencia


El anochecer y sus secretos
contiene toda la alquimia
de los sueños de los hombres.
Los pensamientos viajan
a la velocidad de la luz

Fundidos en el halito de la obscuridad
intercambian su fuego creador
para volar más allá del tiempo,
y se tropiezan, se elogian y se aplauden,
Se comentan unos con otros,
Algunos se sabotean solos
Incluso aún dormidos,
O simplemente se desvanecen
Pero el alma del que piensa
Aún dormido,
Siempre se retroalimenta;
Y nacen las revelaciones oníricas,
los estallidos de conciencia,
las señales arquetípicas, los mensajes y los símbolos.

Un vértigo anuncia el Eterno retorno.
Y la memoria arcaica sigue latente
a pesar de las contradicciones inmanentes,
Vivas, respiran como el mismo planeta.

Un nuevo día ha nacido,
Para el alma del que piensa
del que vive de los sueños;
Nada, todo;
Nunca nada será igual
en el giro de sus días.

Michelle

La separación del átomo


Esta conversación comenzó
más allá de las horas contables,
con la separación del átomo
en nuestras venas,
junto al baile de las estrellas
y el juego del viento
sobre las calles desoladas.

Dando palos de ciegos,
como mudos, castrados,
el alma se hizo invisible;
solo quedo la sangre y la pluma
y la risa de los niños que fuimos.

Un espanto de no ser siendo
Nos alerto,
mientras caminábamos hacia muerte,
solo a minutos de haber nacido,
para desintegrarnos,
para volver encontrarnos,
en una gran átomo.

Michelle Valencia Gómez y Christian Soler Allende