miércoles, 2 de febrero de 2011

La realidad supera la ficción


La realidad supera la ficción. Muchos hablan de conspiranoia, pero cada día tenemos más antecedentes que avalan este plan de dominación mundial a través de los medios alternativos de información, en donde cada día más abundan múltiples fuentes testimoniales.

Parece que a la gente le fuese indiferente saber en el mundo que vive y analizar sus factores políticos y sociales en profundidad, y es que la escasa fuente informativa nos aleja de los temas relevantes, e incide en la falta de pluralismo informativo. La poca contextualización de todos estos fenómenos contribuye a generar una apatía colectiva ante el entorno económico general y su significancia social.

¿Pero qué sucede con la capacidad de pensar por nosotros mismos?.- Preferimos vivir en la ignorancia, nos asustamos de ser demasiado polémicos, preferimos seguir la senda individualista de la rutina consumista, nos preocuparnos de no perder nuestras posiciones y trabajos, y tal parece que solo queremos seguir avanzando, sin poder evitarlo a través del circulo vicioso de las deudas, escuchando regeatton, jugando Play Station, viendo fútbol o TV, actividades que parecen poner más estúpida a las masas, y así, seguimos girando sobre el planeta como ganado.

Están todos tan enfrascados en los temas superficiales y populares, que nadie cuestiona el impacto en nuestras vidas de este entorno económico, social y político que nos invade por todas partes de publicidad, de una antiestética arquitectura de edificios transnacionales, de farmacias, malls, y supermercados fríos que se multiplican cada día como parásitos, quitándole vida a la huella histórica de cada ciudad particular.

Hoy todos los lugares parecen un perfecto clon de este modelo económico tan exitoso que crece a punta de miserables sueldos de personas que trabajan como esclavos para las empresas transnacionales, las cuales obtienen millonarias ganancias que solo aumentan la enorme brecha social y económica mundial.

Ni la clase media ya prácticamente existe, pasamos a ser todos esclavos de terno y corbata atrapados en un sistema consumista y despersonalizado. Vivimos en un sistema de ideología neoliberal capitalista de mercado desregulado que depende de la globalización para mantener su desarrollo económico, y contradictoriamente tenemos limitadas nociones sobre temas internacionales, tanto en lo que respecta a las políticas de nuestro país hacia el exterior como a los temas de otras naciones.

¿Nos preguntamos acerca de las consecuencias a mediano y largo plazo de este sistema económico para todas las clases sociales? ¿Nos preguntamos por qué los medios de comunicación le dan tan poca cobertura a la disidencia bajo un prisma legitimador del modelo económico y político?

Hoy en día el verbo es hacerse el desentendido y evitar temas profundos que nos saquen de nuestra rutina. Tal parece que cuestionar la controversia de los verdaderos temas de actualidad e informarse de la profundidad del acontecer mundial, es ser un paranoico, nos acostumbramos a tragarnos todo y a no cuestionar nada.

Tal parece que la educación no es el problema, porque la misma nos limita, ya que el tema no va por la clase social ni la cultura, va por la subcultura de los medios masivos de información que nos moldea como consumidores en vez de ciudadanos. Estamos condicionados a pensar según el modelo impuesto en serie, nos convertimos desde la revolución industrial en seudo-máquinas, en máquinas hombres.

Si nos ponemos a indagar en bases testimoniales, toda esto comenzó a divulgarse con el discurso que hizo que mataran a Kennedy el 27 de abril de 1963. Kennedy denunció la existencia de sociedades secretas y ocultas bajo una conspiración monolítica y despiadada de la cual depende la codicia y el ansia de poder. Esta poderosa sociedad a través de un terror infundado maquina un sistema que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia económica, científica y política. No se cuestionan sus gastos, ningún secreto es revelado, sus preparaciones se ocultan, no se publican, sus fallos se entierran, no son titulares, sus disidentes son silenciados no alabados, nadie cuestiona la controversia.

El mensaje de Kennedy es claro, y ha sido censurado por largo tiempo, pues expone el peligro que conllevan estas sociedades secretas, un peligro que ha acabado convirtiéndose en el peor enemigo de la raza humana. Por supuesto, al poner ésto en manifiesto, quisieron quitarle de en medio, para que no empezara una revolución social.

El hombre es un ser libre e independiente y pensante, y es tarea de todos informar y alertar sobre nuestra realidad, ya que tenemos perspectivas limitadas sobre los hechos tratados, sobre los temas duros y esto impacta a tener pocas posibilidades de tomar decisiones libres e informadas en el desarrollo de la vida en sociedad y de nuestro futuro.


@ Michelle Valencia Gómez – 02.02.2011